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Las Tumbas de Ketef Hinnom del Primer Templo:
Tumbas cavadas en piedra caliza de Jerusalem datadas de la época del Primer Templo.
Fascinante hallazgo arqueológico al sur de Jerusalem, donde se encontraron los escritos más antiguos del Antiguo Testamento, con más de 2,600 años de antigüedad. A pesar que la mayoría estaban saboteadas por buscadores de tesoros, en la última, debido a su desmoronamiento, se encontró entre otras cosas un pequeño pergamino dentro de un pendiente con la bendición de Kohanim que está escrito en el antiguo testamento.
Números 6:22
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La Cueva del Rey Sedequías:
Las canteras del Primer y Segundo Templo de Jerusalem.
Conocida también como las Grutas del Rey Salomón, esta enorme cantera subterránea fue utilizada en la antigüedad para extraer las piedras con las que se construyó el Primer Templo y otros monumentos de la ciudad. Lleva su nombre, cueva de Sedequías (צדקיהו Tzidkiahu) del Rey Sedequías, último rey de Judea que usa esta cueva para escapar de los babilonios pero es atrapado en la entrada de la cueva. Allí los babilonios matan a los hijos de Sedequías. La tradición dice que Sedequías llora no por la muerte de sus hijos sino por la caída de Jerusalem.
Jeremías 52
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La Muralla del Rey Ezequías:
La muralla construida por el Rey Hezekiah durante el periodo del Primer Templo de Jerusalem.
Durante el asedio asirio al Reino de Israel, cuando estaba dividido del Reino de Judá, el rey Ezequías (חזקיהו Hezkiahu) de Judea decidió asegurar la ciudad de Jerusalem para evitar el ataque asirio en el siglo VIII a.C. Así, se construyó este tramo de la imponente muralla que llegaba hasta el extremo sur de la Ciudad de David.
Crónicas 32:5
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Las Tumbas del Río Kedrón
Tumbas datadas de la época del Segundo Templo sobre el río Kedrón.
Una serie de tumbas que, aunque la primera "la Tumba de Abshalom, hijo de David" podría hacer pensar que pertenece al período del Primer Templo de Jerusalem, su construcción indica que fue edificada durante el período del Segundo Templo. Algunos investigadores la relacionan con el rey Agripa, nieto del conocido rey Herodes; otros sí la relacionan con Abshalom hijo de David, solo que fue reconstruida su tumba en tiempos del Segundo Templo.
La siguiente tumba, igualmente impresionante, no deja lugar a dudas: su nombre está inscrito en ella y pertenece a la familia de sacerdotes Bnei Hezir.
La tercera tumba, no menos imponente, se atribuye al sacerdote Zacarías ben Yoiadá, quien fue asesinado en el Templo por reprender al pueblo y a sus líderes, como se relata en el Segundo Libro de las Crónicas. Su trágico destino lo convirtió en símbolo de justicia y fidelidad a Dios. -
Museo Arqueológico Wohl - El Barrio Herodiano
Barrio de la ciudad alta de la época del Segundo Templo que muestra la destrucción vivida en el año 70 de esta era.
Museo arqueológico que revela los restos de una zona residencial de élite, donde vivían sacerdotes y altos funcionarios durante el reinado del rey Herodes.
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La Casa Quemada de Katros
Casa del sacerdote Katros destruida en la caída de Jerusalem en el año 70 de esta era.
Este museo arqueológico revela los restos de una vivienda del siglo I d.C., destruida durante la conquista romana en el año 70. Entre cenizas y escombros, los arqueólogos hallaron objetos cotidianos, monedas, utensilios de piedra e incluso restos humanos, que narran con elocuencia la vida —y la tragedia— de una familia sacerdotal en los días finales del Segundo Templo.
La visita ofrece una experiencia envolvente, con una presentación audiovisual que reconstruye los últimos momentos antes de la destrucción. Es un lugar donde la historia no solo se observa, sino que se siente. -
Parque arqueologico - Centro Davidson
Esquina sud-occidente del Muro, palacios de la dinastia Omaia, Arco Robinson
Un inolvidable paseo por la esquina sudoccidental del muro del Monte del Templo, donde podremos volver en el tiempo y revivir los últimos minutos de la caída de Jerusalem y la destrucción del Templo.
La importancia de este lugar se refleja en hallazgos arqueológicos que reafirman los antiguos escritos.
El Arco de Robinson: Un monumental arco que formaba parte de la entrada occidental al Gran Templo, y era parte de una escalera cuyos vestigios aún son visibles. El resto en el muro occidental demuestra, de acuerdo al arco que quedó, la gigantesca entrada descubierta por el investigador y arqueólogo Edward Robinson.
Las piedras del muro: Como un testimonio trágico, se ven apiladas las enormes piedras que formaban parte del muro. Usando un poco la imaginación... cerrando los ojos, aún se puede escuchar el caos y los gritos de dolor de los habitantes judíos de Jerusalem viendo el muro desmoronarse.
La casa del anunciador del shofar: Este increíble hallazgo, cuyo original se encuentra en el Museo de Israel, de acuerdo con su inscripción en hebreo, era el lugar donde el tokea (el que anunciaba con el shofar) proclamaba la entrada del Shabat.
Los Palacios de la dinastia Omaia: Muhamad muere en e anio 632 de esta era sin dejar descendencia, es asi que sus discipulos y tambien familia de Muhamad continuan su herencia. La muerte del ultimo Kalifa, Ali en el anio 661, crea una separacion entre los candidatos al trono. Luego. La dinasta Omaia toma posesion del poder. En el anio 691, Abd El-Malec construye la "Cupula de la Piedra" y su hijo El-Walid construye la mezquite El-Aqsa. Durante ese periodo se contruyen cuatro palacios en este lugar. En el anio 750, un gran terremoto destruyo gran parte de los palacios.Mishná: Sucá 5:5
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El Camino de los Peregrinos
Este camino, de unos 600 metros de longitud, conectaba el Estanque de Siloé con el Monte del Templo...
Este camino, de unos 600 metros de longitud, conectaba el Estanque de Siloé con el Monte del Templo, y era recorrido por miles de peregrinos que ascendían a Jerusalem durante las grandes festividades judías: Pésaj, Shavuot y Sucot. Construido probablemente bajo el mandato del gobernador romano Poncio Pilato, esta vía no solo era un trayecto físico, sino también espiritual. A lo largo del recorrido se han descubierto monedas, lámparas de aceite, utensilios de cocina e incluso una espada romana, vestigios silenciosos de una ciudad vibrante y de un pueblo que, incluso en tiempos de opresión, mantenía viva su conexión con lo divino. Bajo la calzada, un canal de drenaje sirvió como refugio para rebeldes judíos durante la Gran Revuelta contra Roma. Hoy, caminar por este sendero es mucho más que una visita arqueológica: es una experiencia que conecta el presente con la memoria viva de Jerusalem.